Me parece que el autor de estas letras tiene razón, “Que consuelo más patético”. La verdad es que este tipo de noticias en la televisión pueden parecer buenas, quizás por la forma en que nos la transmiten: como si ahí fuera no pasara nada, y es que no nos paramos a pensar que no deja de ser una desgracia, que hay muchísimas familias sin nada que llevarse a la boca mientras que en su país no hay clase media, sino que el siguiente paso son los ricos a los que les sobra el dinero y no saben apreciar realmente lo que tienen, ni el valor de una vida.
Muchas veces no nos paramos a pensar en lo que tenemos (aunque suene ya a estas alturas muy repetitivo) hasta que no nos hacen reflexionar sobre ello. Me incluyo yo también, quizás porque deberíamos reflexionar más a menudo. Aunque esto no lo llevemos a cabo tal vez por la falta de conocimiento de lo que realmente está pasando en nuestro alrededor. Creo que más de una persona no se quejaría tanto, como cuando un niño pequeño está llorando; supongo que a partir de ahora, cuando leamos este documento, le daremos mucho más valor del que ya le dábamos al llanto de un bebé: aunque el llanto sea fuerte, no nos quejaremos. Y he de decir que estas líneas las termino emocionada, uno se entristece solamente con ver la imagen.
1 comentario:
María, en la penúltima línea la expresión se enreda algo. Yo emplearía los dos puntos, después de "al llanto de un bebé", pues con ello pretendes aclarar el contenido de lo afirmado.
Por lo demás, muy bien.
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