El autor nos transmite su preocupación por la importancia que la sociedad da al materialismo en oposición a la espiritualidad. Es cierto que cada vez más las personas pensamos que si tenemos más posesiones podremos vivir mejor, que la mayor formación nos hará más competitivos y que cuantas menos responsabilidades más cómoda será nuestra vida. Posiblemente esta actitud nos haga bajar la guardia a la hora de defender nuestra personalidad, nuestra capacidad de decisión y nuestra voluntad dejando que otros decidan por nosotros y ocupen ese espacio de nuestar espiritualidad sin usar.
Por otra parte tampoco podemos olvidar que es culpa de cada uno de nosotros que esta alienación global se vaya extendiendo. Todos deberíamos hacer examen de conciencia y saber lo que realmente necesitamos y lo que no, qué nos conviene para crecer como personas y que ayuda a esa alienación, qué es importante en la relación con los nuestros y qué no.
Creo que el autor tiene razón al considerar esta alienación cada vez más global pero también es cierto que cada persona tenemos capacidad para pensar y obrar según nuestros principios.
1 comentario:
He comentado el texto, pero el sistema no la ha recogido. Y decía que estoy de acuerdo con esta opinión que manifiesta. Ya Erich Fromm en 2007 en Del tener al Ser lo manifestaba. Y cada vez estoy más convencido de que el estudio (¡ y su pan votivo, la lectura!)es el pilar básico para la creación de ideas y opiniones. No obstante, el sistema capitalista se defiende y pretende regular el nihilismo que expulsa por su escape. Y aquí es donde intervenimos nosotros, con nuestra preparación, claro.
Muy bien. Estoy en tu línea.
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