El paso de la historia

Tenemos ante nosotros una ilustración adjunta a un texto periodístico publicada por Juan José Millas, escritor y periodista español poseedor de grandes premios literarios
entre los que destaca el "Premio Planeta", obtenido en 2007. Esta noticia aparece en la revista "El País semanal", suplemento dominical del diario "El País" que trata temas de actualidad, entre otros. Dejando de lado la imagen y, analizando el texto, vislumbramos que se trata de un texto expositivo-argumentativo y que su temática adquiere gran repercusión para los paises en los que acaece una situación semejante, es decir, aquellos que coexisten con un régimen dictatorial el cual provoca la opresión de sus habitantes hasta terminar por arrebatarles la propia vida. La incisión que Juan José Millas hace al respecto pretende mostrarnos los límites que se deben alcanzar para combatir el predominio de una situación déspota asentada al margen de la opinión social.

Tratamos sin lugar a dudas un tema actual y protagonista durante estos días en los medios informativos mundiales, un tema que comienza a causar pavor entre los dictadores islamistas y a producir esperanzas entre la población árabe, que ansía reprimidamente un cambio ya iniciado en algunos paises. Este conflicto conlleva la pérdida de numerosas vidas humanas que luchan por sus derechos frente a un gobierno que trata de mantener su hegemonía. Juan José Millas lo expresa en el texto de la siguiente manera: comentario personal (líneas 1-3), descripción de la noticia (3-11), crítica sobre el tema (12-18), de este modo se pretende transmitir la noticia constatando el rechazo general que causa este tipo de gobiernos y denunciando la indulgencia que se le concede a los dictadores de los mismos.

la multitud hace notar su inconformismo y se muestra intransigente ante el régimen dictatorial, no piensan continuar impasibles ante la contínua abolición de sus derechos, por ello la gente, como si de una conquista se tratara, intenta cercar al causante del conflicto, pretendiendo motivar su exilio y poner fin a la dictadura. Pero no resulta tan sencillo contrariar a una persona que posee poder absoluto a la hora de tomar sus decisiones y a la que se le ha permitido controlar desde un principio a la nación, por ello estos problemas deben tratar de solucionarse desde el mismo instante en que el dictador accede al poder, impidiendo así entregarle nuestra libertad, ya que si de lo contrario se le muestra indiferencia estaremos concediéndole pleno poder para que progresivamente continue manipulando nuestras vidas. El hecho de que Ben Ali visitase al señor que se inmoló no es más que una estrategia con la que pretendió mostrar sensibilidad e interés hacia la sociedad, como si el dictador no estuviese al tanto de una situación que él mismo había provocado y que, más tarde, se le iría de las manos cuando se conoció la muerte de este inocente ciudadano. Es injusto que tras años de opresión el dictador se marche fuera del país sin se juzgado siquiera, no sólo es delito arrebatar la vida de otra persona o maltratarla físicamente, también lo es el hecho de desposeerla de libertad y derechos, pues ello merma considerablemente la subsistencia de la misma llevándola a la desesperación. Esto no ha hecho más que empezar y confío en que las personas sigan saliendo a escena para reclamar una vida digna, pero no de esta manera, unidos seremos más fuertes.