Esta historia tan inusual pone de manifiesto la alarmante falta de criterio que muestran los diferentes países a la hora de dictar justicia. Al igual que no se comprende cómo en España puede quedar impune un asesino; también nos sorprende la extrema condena que se les aplica a estas mujeres. Pero lejos de corregir tales errores judiciales, el Señor Gobernador de Misisipi, Haley Barbour, trata de deshacerse de la carga económica que le suponía el riñón de Jamie sólo con la condición de que Gladys le donara un riñón. Este hecho nos lleva a preguntarnos: ¿qúe otra medida habría adoptado el Estado para librarse de esa situación si Gladys se hubiese negado a donarle el riñón a su hermana?, Mi opinión al respecto es bastante fatídica.
Desde un principio se tuvo que aplicar una sanción apropiada para las hermanas y, si esto no fuese posible en el país del que hablamos, habría sido mucho más inteligente internar a Jamie en un hospital bajo vigilancia policial.
Por otra parte, se puede sacar algo positivo de este suceso, y es que la donación que recibió Jamie fue lo único inteligente que se le puede atribuir al sistema judicial de Misisipi. Claro que, no es motivo por el que un reo pueda salir de prisión y mucho menos motivo para cancelarle una condena tan severa pero, ¿acaso es justo el castigo que obtuvieron las hermanas Scott?.
1 comentario:
Alberto: bien, muy bien. Bien argumentado y bien expuesto. Parece que vamos adquiriendo confianza en la tarea y la crítica es muy fina. ¡Enhorabuena!
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