domingo, 30 de enero de 2011

LOS POLÍTICOS TAMBIÉN LLORAN

La lectura expuesta se trata de un texto periodístico-argumentativo publicado en el periódico 'El País' por Juan José Millas, un escritor y periodista valenciano de formación autodidacta que ha colaborado con sus artículos en el diario 'El País', e incluso fue galardonado en 2007 con el Premio Planeta gracias a su novela autobiográfica 'El Mundo'.
Se nos presenta un tema por desgracia muy expandido actualmente, y es que ya sólo nos faltan las cuerdas para ser realmente llamados marionetas. Es así, los políticos toman decisiones, al parecer, sin pensar en la repercusión que tendrán sobre la sociedad. Por si fueran pocas las dificultades que encontramos recientemente para acceder con garantías a un empleo, los políticos se empeñan en complicar aún más la situación gracias a sus perjuiciosas determinaciones.
Aún no alcanzo a imaginar la desesperación que debía soportar Adrián Sobaru para lanzarse al vacío desde lo más alto del parlamento, por supuesto, tratando de reivindicar lo que los ignorantes gobernantes le habían arrebatado, sí, aquellos que momentos posteriores a este desgraciado suceso lloraban como niños pequeños, sollozos que más tarde cesarían tras la retirada del cuerpo que, afortunadamente, permanecía con vida.
Tristemente, éste no es un hecho aislado, aparecen casos semejantes en los medios de información con más frecuencia de la que nos consta y es que, ¿hasta dónde llegará la sociedad para reclamar lo que le pertenece?; tal vez algún día las víctimas de estos acontecimientos no sean precisamente los perjudicados ciudadanos, sino los seres de la otra dimensión.

3 comentarios:

Alberto Oliva dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alberto Oliva dijo...

Pretendía redactar el texto con el mismo tipo de letra que aparece en el primer párrafo, de manera que se distinguiesen con total claridad las tildes sobre las íes, pero al pulsar intro para pasar a la siguiente línea se desactivó el tipo de letra y no me percaté de ello.

José Manuel dijo...

Escribes muy bien, Alberto. Pienso que vas mejorando cada vez más. ¡Ánimo, que merece la pena! ¡Buen escrito!